Death Race

Alan Pérez Taylor Fecha: 10/11/08 Sección: Cine Reseñas

Autos modificados, armas y destrucción continua, es lo que garantiza tu entretenimiento en esta película repleta de acción.

Muchos pensaron que esta cinta se trataba de un remake, de la popular (en términos de cine underground / de culto / como les guste) Death Race 2000 (1975) Donde David Carradine acompañado por una linda chica, atraviesa los Estados Unidos de Gringolandia en una carrera frenética, donde no sólo importa ser el primero en cruzar la meta, sino conseguir el mayor número de puntos masacrando a todo aquel que se encuentre delante de sus maquinas asesinas. El premio, “darle la mano al presidente” uh…Ok.

Pero no es así, Death Race es en realidad la misma idea, solamente que desarrollada desde un ángulo actualizado e inyectado de elementos necesarios para hacerla un éxito comercial para el día de hoy. Se dejo a un lado la mayor parte cómica y sarcástica para darle prioridad a la acción y brutalidad. Ya no se trata de atropellar peatones despistados o demenciales, sino de conductores que deben aniquilarse dentro de un circuito cerrado (dentro de una prisión), utilizando todo el repertorio de sus maquinas, que va desde modificaciones externas como protección, hasta ametralladoras, lanza llamas y misiles. Esto puede parecer un cambio brusco y lo es, sin embargo no le resta puntos a la cinta y la convierte en un banquete de entretenimiento de inicio a fin.

Jason Statham (Crank, Transporter, Snatch, etc) es Jensen Ames, quién por medio de una trampa termina en una prisión donde se realizan estas carreras mortales, transmitidas por PPV (¿Cuando llegara ese día?) Él debe tomar el lugar de Frankenstein (un famoso corredor enmascarado que se ha ganado al público) y ganar su quinta carrera consecutiva, lo cual le otorgara el derecho a su libertad. Cosa que no es nada sencilla cuando se encuentra rodeado por peligrosos criminales que buscan su muerte.

Entre ellos se encuentra el responsable del crimen por el cual fue acusado y “Machine gun Joe” (el segundo personaje reutilizado de la cinta original) su principal adversario. Cabe mencionar que en la cinta original es interpretado por Silvester Stallone y en realidad es lo único que realmente se extraña de la cinta original, ya que por ser el mismo personaje se espera una semejanza en cuanto al carácter y actitud del mismo, además del carisma natural por parte del actor.

A pesar de ser una grandiosa película que puede disfrutar cualquier tipo de público, sólo algunas personas podrán apreciar al máximo lo que ofrece. Lo que viene primero a la mente es Mad Max (almenos por el diseño de los autos) en un sentido menos apocalíptico y mas “nice”, también recuerda la película “The Cannonball Run” con Burt Raynolds, que viene siendo la versión fresa y popera de Death Race 2000. Pero quienes de verdad adorarán esta cinta de inicio a fin, son aquellos gamers que han seguido títulos como “Burn Out”, “Carmageddon”, “Pandemonium”, “Demolition Racer”, “Full Auto”, etc. Podrán notar continuamente elementos que les recordaran dichos juegos, con la ganancia de que no convierten todo en una porquería (como en casi todas las películas basadas o con elementos de algún videojuego) más bien añaden un extra curioso y creíble, lo cual es bastante inusual.

La música como ya es costumbre, es en mayoría buen rock pesado, aunque debo señalar que el soundtrack no contiene las canciones de la película y es completamente instrumental, no sé porque diablos pero igual es excelente. Si se emocionan con facilidad no deberían escucharlo mientras conducen, podrían ocasionar un accidente.

Sin duda, Death Race es una cinta que debe disfrutarse en cine. El diseño de los autos y el estruendo de sus motores, al igual que el impacto de las explosiones son geniales. Las actuaciones no se quedan atrás y para la duración de la película (105 min aprox), el equilibrio entre acción y trama, es bastante bueno (al menos no puedo recordar una parte aburrida o demasiado extensa) Recomendada al 100% si lo que buscas es algo diferente, explosivo y demoledor, para casi finalizar el año.