Shrapnel: Aristela rising

Una emocionante e impactante historia de ciencia ficción que sin duda deja la buena huella de Radical comics.

Lejos en el futuro, cuando la raza humana se ha esparcido por el sistema solar, la Alianza de la Tierra busca a toda costa controlar uno de los planetas que hasta ese momento había permanecido de forma neutral ante la guerra por el poder y la diferencia social entre los Helots (trabajadores de bajos recursos) y Genotypes (personas modificadas genéticamente para aspirar a una vida con más opciones y oportunidades laborales) Ese planeta a la espera de una invasión militar era Venus, uno de los últimos lugares donde ambas clases de seres humanos podían vivir sin ninguna clase de prejuicios y en una igualdad absoluta.

Un solo anuncio fue entregado por los Marines de la Alianza Terrestre al gobierno de Venus. El presidente, al negar rotundamente aquella idea por la toma de poder es amenazado con la muerte de toda su gente, con la aniquilación de todos aquellos que no se dobleguen ante los nuevos ocupantes. Consternado a sabiendas que los habitantes de Venus eran pacíficos y con muy pocos militares, se percata que trágicamente solo había un camino a tomar. La guerra. Tenían menos de un día para armar soldados y voluntarios para lo inevitable, una batalla tan desigual, que quizá a lo único que podrían aspirar, es morir.

Radical Comics, quienes han presentado Freedom Formula o Hotwired, crearon está historia que sin lugar a dudas dista mucho de ser aburrida, tonta o sin sentido.
De la imaginación de Mark Long y Nick Sagan (hijo del famoso Carl Sagan), y escrita por M. Sachary Sherman (Popgun, Star Wars: Visionaries) Sharpnel: Aristela rising, es un cómic de cinco números con altas dosis de violencia en una guerra futurista conformada por robots enormes, rayos láser, naves espaciales, y muchas, muchas explosiones por todos lados y en cada página; todo esto como herramientas para contar una historia profunda donde el drama empapa a todos los personajes y sobre todo a Samantha Vijaya “Sam” quien nos muestra una época de errores y redención, de pérdidas y sufrimiento, del querer la oportunidad de hacer algo bien antes de morir, de los sueños que se convierten en pesadillas cuando estos son trasquilados por una sociedad nacida de los prejuicios morales que conllevan jugar con la genética del ser humano y su sed de poder. De la espera y de alguna forma, el escape que da oportunidad a poder ser otra persona, pero sobre todo, de la muestra que dice que el pasado siempre nos alcanza. Sea bueno, o sea malo.

Todo esto contado a cargo de Bagus Hotomo y Leos Okita de una forma bastante eufórica y “encendida” brindada por las impactantes imágenes y fuertes escenas de una violencia bélica futurista que no da respiro a descansar dado su alto grado de detalle y profundidad de imágenes, una paleta de colores viva que expresa a gritos el sentir de cada escena, trazos caóticos y pasivos en momentos y secuencias que con fuerza dan “movimiento” a los disparos, explosiones, y destrucción que rodean página tras página hasta el último segundo. Los diseños en general (robots, naves, armas etc) son muy buenos e intensifican la sensación que brinda todo ese mundo demostrando así una vez mas que Radical Comics no solo se esmera por producir calidad, si no que se podría decir “exprime” a sus artistas para entregar ese potencial y experiencia que han juntado en sus trabajos como artistas conceptuales en numerosas películas, videojuegos, o publicidad. Y es que al ver y leer esta serie de comics, uno realmente descubre momentos con un nivel épico tan alto que no hay mucho que pensar del porque Hollywood ha volteado su mirada a por lo menos Freedom Formula y este título Shrapnel: Aristela Rising para hacerles probablemente una adaptación en pantalla grande. Bueno, esperemos lo hagan bien…

En lo personal estoy más que satisfecho con la lectura de esta serie. Como ya dije, no solo la historia es profunda y buena, si no que el arte en general es tan bueno, que simplemente hay páginas que uno desearía tenerlas como poster en su habitación o estudio más que nada porque en verdad reflejan el sentir de la batalla, y el drama de la guerra en la historia que se nos cuenta. Ahora me queda la esperanza de que una secuela sea publicada y que un día Radical se interese o tenga la oportunidad de trabajar en algo como Gears of War, Killzone o uno de esos títulos que encajarían perfectamente con su estilo de narrativa gráfica.

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