Paul W.S. Anderson regresa en la silla de director y productor en esta nueva secuela de mayor presupuesto.

Siguiendo la historia de forma directa por como se dejó en Afterlife, esta nos presenta ahora un escenario convertido en trampa mortal y del cual los personajes deben escapar; una hora y media con nuevas caras, viejos conocidos de anteriores entregas… y zombis… muchos zombis.

No hay mucho que decir, inmediatamente al anuncio de una nueva adaptación a pantalla grande por Paul W.S. Anderson, el futuro público se debate entre sí “esta será la buena, la última, o la que ni será mejor ver” cosa que después de meses y al estreno prácticamente se convierte en “ni loco la veo y no puedo escapar de ella” algo que a mi parecer, y tal como se ven los números, pesa más en la última opción, es decir, el público no puede dejar de ver Resident Evil en el cine ¿Por qué?

Sin duda y desde la primera parte la historia de esta saga adaptada se ha ido retorciendo cada vez más y más al punto de que uno sinceramente ya no sabe que esperar, el nombre de Resident Evil nos deja algo, los personajes sacados del videojuego, los monstruos, los zombis y la principal quien guía la narrativa por cada película, Alice (que solo forma parte de la versión en acción viva), después de eso, solo un adivino podría saber que ocurre en la mente del señor Anderson y su futura extraña visión de la saga en este medio.

Cada vez con más presupuesto al menos estas películas (y específicamente la última) cumplen con mostrar (técnicamente) lo que el público quiere ver, zombis, monstruos y muchas escenas donde estos mueren, todo con un estilo comercial y llamativo que no solo se luce por momentos en cámara lenta y música de rock, también se nutre por tomar referencias de segmentos en secuencias de los videojuegos; algo que para nada es negativo si se piensa que “uno paga por lo que quiere ver” claro que esto normalmente no es suficiente ya que siempre existe el deseo de ser asombrado con algo en la historia. Lo cual en esta cintas siempre nos queda debiendo.

Y hablando de la historia (y como muchos imaginarán), en Retribution es prácticamente nula al marcar una narrativa de simplemente “escapa del monstruo”, pasando por secuencia tras secuencia de peleas y uno que otro detalle que informe el panorama del porque de los eventos, en este caso mencionando y reforzando la idea de que no es disparatado poner personajes ya fallecidos en anteriores películas, un casi “reencuentro” de rostros como si aquí se fuera dar el cierre de la saga, pero claro, ¿Cómo van a soltar la gallina de los huevos de oro?

Habiendo dicho tanto y pensando en el tipo de película casi es irrelevante “quemarse la cabeza” por encontrar la lógica de las cosas, dejando una sola pregunta como válida ¿es entretenida esta Venganza? A mi parecer y para un público en general sí, y no solo es más que la anterior Afterlife, además el mayor presupuesto se refleja inmediatamente en la acción continua y los efectos visuales; los vistosos escenarios como son en Moscú, Tokyo, Estados Unidos e instalaciones dan pie a variadas secuencias “punto A, punto B” con las criaturas que muchos esperan ver, casi como si alguien tuviera una lista de “cosas cool” para ponerlas en la cinta y mejor aun colocando un desenlace que “volara el hype por las nubes”, una fórmula que parece funcionar cada vez mejor en esta franquicia que al parecer nada la detiene, ni si quiera los malos comentarios, quizá porque, ¿solo nos queremos divertir no? bueno, estoy seguro que muchos seguidores del videojuego ya no quieren que Anderson destroce más Resident Evil (a veces también pienso eso); aunque por un momento imaginemos ¿esto un día tiene que acabar no?, después de todo ¿Qué dicho director no esta interesado en llevar Castlevania a la pantalla grande? Sería este, otro “gusto culpable”

Claramente siempre que se habla de Resident Evil y Anderson o Milla Jovovich uno ya sabe lo que va pasar, o lo que va encontrar, o la opinión que va tener luego de ver la cinta, sin embargo esto no detiene a nadie y la mayoría de las personas (me incluyo) van a verla, reflejándose así en los números y dando como resultado en prácticamente la adaptación a un videojuego más prolífera hasta ahora. Bueno, entonces ¿no pueden ser tan malas no? o, ¿son tan malas que son buenas? Definitivamente hay algo en la receta de Anderson que a todos les llama la atención… ¿sabrá él cual es este ingrediente? ¿O será mera coincidencia? Quizá en Castlevania lo descubramos.