Lista justamente para esta temporada de noche de brujas y día de muertos llega la secuela directa de la estrenada hace ya seis años.

Heather (Adelaide Clemens) ha escapado gracias a su madre de las entrañas oscuras de Silent Hill, varios años han pasado ahora y la vida con su padre Harry (Sean Bean) no ha sido fácil.

Constantes mudanzas y una vida bajo el acecho del pasado han logrado que para ella no exista una cierta esperanza de conocer o relacionarse con otras personas; imágenes monstruosas y recurrentes pesadillas le recuerdan o tratan de recordar al menos, que un día tendrá que verse de frente con el demonio de su pasado.

Dirigida y escrita por Michael J. Bassett (quien de misma forma trabajara en la cinta Solomon Kane), ahora hace regresar al público a la pesadilla de Silent Hill (y justo para estas fechas) entregando una seria dosis de gore al mismo estilo de la pasada película y tratando de encajar y dar forma a los eventos que en esta transcurren; una cinta con muchos elementos basados en el tercer videojuego lanzado en 2003 para la consola de Sony, Playstation 2.

Hablando del apartado visual (y repito), la calidad en cuanto a fotografía, maquillaje y escenografía presentan la misma calidad que la cinta original, para los gamers y fans del videojuego resultará bastante satisfactorio encontrar en esta adaptación un gran número de similitudes con el tercer videojuego, pues no solo la vestimenta de la protagonista es la misma, también algunos escenarios como el Amusement Park han sido recreados fielmente, otros detalles como los populares conejos de peluche hacen su aparición recordando mucho a las escenas del juego desarrollado por Konami y al igual que otras criaturas monstruosas.

La historia en si no es nada del otro mundo (y tampoco se pide mucho), en pocas palabras Harry se ha convertido, luego de perder a su esposa, en un padre soltero que ahora pasa sus días viajando de ciudad en ciudad junto a su hija Heather para tratar de escapar o alejarse lo más posible del culto oscuro en Silent Hill, sin embargo las cosas no son nada sencillas y cuando un detective privado (Martin Donovan) encuentra las pistas de la joven Heather el culto no se detendrá hasta capturarla y llevarla de regreso al pueblo maldito.

Silent Hill 2: Revelations hace lo que su nombre indica, revela el meollo del asunto de una forma clara y casi precisa, esto para un nuevo público o que haya visto la pasada cinta hace ya varios años funciona de maravilla ya que durante la hora y media se presentan más de un par de escenas que vuelven a explicar con calma los acontecimientos de la primera parte, claro, para los que recordamos perfectamente, esto no hará más que aburrir y esperar con ansias un seguimiento a la nueva historia, pues el boleto dice: Silent Hill 2, no Silent Hill “extended versión”.

Los efectos digitales por su parte tienden a denotar una producción del tipo “directo a DVD” muchos momentos de la cinta e incluso desde el inicio uno puede fácilmente percatarse de los falsos efectos (recalco, no hablo del maquillaje) alejando quizá al público de la narrativa o el suspenso y las actuaciones en más de una ocasión son bastante malas, del tipo que pareciera los actores están leyendo sus líneas en papel de una forma rápida o incluso “robótica”, algo extraño pues en el reparto además podemos encontrar artistas como: Kit Harington, Carrie-Anne Moss, Malcolm McDowell, Radha Mitchell y Deborah Kara Unger.

Al final y en lo personal Silent Hill 2: Revelations (3D) cumple con mostrar varias criaturas y escenarios del videojuego y la historia siendo una casi adaptación no es mala, pero tiene sus detalles dejando una producción que para un público general pasara como otra película de miedo con muchas escenas gore y algunas malas actuaciones.

Por cierto, al final de la película hay cierta escena que puede conducir a la trama de la siguiente.