Ganador del Kodak Short Film Award en Cannes de 2008 y el Gold Trophy en Algarve International Film Festival de 2009. Una historia por Jeremy Clapin.

Henry es alguien que tenía una vida normal, hasta que un día siente que ha sido desplazado de su cuerpo a 91 centímetros de distancia, algo que le obliga a vivir bajo una serie de medidas entre la exactitud y la locura.

Trece minutos dignos de verse, no solo por su llamativa animación y presentación de diseño, si no por una historia esquizofrénica que marca a un individuo con la idea de estar separado de su cuerpo.

La vida cotidiana se transforma en una odisea llena de obstáculos y miedos para Henry, quien al ser golpeado por este meteorito de 150 toneladas es desplazado a un lugar fuera de la seguridad de saber que es real y que no, algo que le lleva al aislamiento y una desesperación que le insiste en abandonar la idea de que quizá este loco, pues la realidad que él conocía ahora marca una distancia; su mundo ha cambiado a su sentir, sin embargo todo sigue igual para otros personajes.