Noventa minutos de horror y suspenso en una historia bien desarrollada y con bases realistas.

Barry Levinson, mejor conocido por su trabajo en cintas como Good morning Vietnam, Sleepers, Sphere, Toys y Wag the Dog, ahora dirige una cinta en forma de documental falso que plantea un desastre ecológico y como este lleva el terror a la población cuando cientos de personas comienzan a morir.

Donna Thompson (Kether Donohue) es una joven reportera de la localidad que se prepara a tomar cobertura de los festejos por el 4 de julio en la bahía de Chesapeake en Maryland; todo se desarrolla de forma común, las familias acuden a la feria y algunas personas disfrutan del tradicional concurso de comida, sin embargo el panorama cambia drásticamente cuando la población en general comienza a enfermar presentando síntomas de infección que van desde altas fiebres, ámpulas e incluso pérdida de extremidades.

El miedo, desesperación y pánico se propaga por las calles de forma instantánea, el único hospital de la localidad está inundado de enfermos, los gritos de dolor se escuchan a cuadras de distancia, los médicos desconocen el tratamiento de este brote mortal pero las sospechas invaden los miedos cuando se teme que el agua de la que todos toman, en donde todos nadan y con la que riegan sus plantaciones lleva la causa del terrible mal que ha puesto en alerta al “Centro de control de enfermedades y agencia federal de manejo de emergencias” quienes con un miedo encubierto tratan de resolver o al menos explicar la causa específica de este mal.

Una película que plantea el terror desde una perspectiva totalmente realista y que se enfoca en construir el escenario desde un desastre ecológico por causas humanas y el cual es el detonante de este desequilibrio en la vida marina cuando toneladas de peces son encontrados muertos en la bahía, todos ellos asesinados por un parásito que en realidad existe, la Cymothoa exigua, la única criatura conocida que logra consumir y suplantar el órgano de su huésped (la lengua), un parásito que en dicha historia ha logrado llegar a los cientos de habitantes de la bahía Chasepeake.

La narrativa se maneja dentro de un flashback y con distintos estilos de cámara y enfoques que van desde un estilo profesional, cámara en mano, grabaciones caseras y tomas de vigilancia, entregando de esta forma un amplia variedad de presentación de los eventos con diferentes personajes (la reportera, médicos, civiles y policías); pruebas que como dice Donna Thompson han sido encubiertas por el gobierno desde 2009, año en que tomaron los hechos, y que justo ahora salen a la luz por medio de este documental que acusa a las autoridades y a las industrias de la localidad por su incompetencia y falta de responsabilidad con el medio ambiente, errores que llevaron a este desbalance en el ecosistema que acabó con la vida de numerosas personas y así como también la vida marina del lugar.

The Bay, escrita por Michael Wallach lleva al espectador por medio de planteamientos realistas y posibles a un horror que gracias además a las actuaciones se mira palpable en todo momento; en lo personal una cinta (para mayores) recomendable no solo por el suspenso, también por las bases que tiene.