EA Sports Rory McIlroy PGA Tour | Reseña

Me siento bendecido por las fuerzas naturales y extraordinarias de la galaxia, en ser considerado el Sports Billy de Kopodo. Me asignaron esta tarea de hacer reseñas y noticias de videojuegos deportivos desde que tuve el placer de ingresar a esta querida revista digital, y me hace sentir dichoso tal asignación. Es por eso que hoy en día analizaremos a fondo el que consideré el mejor juego deportivo del año, EA Sports Rory McIlroy PGA Tour, y que sorpresivamente y a pesar de mis intentos fallidos de darle fama, no logró lo esperado. Leamos compinches gamers.

RORY MCILROY PGA TOUR

Antes este juego tenía como representante al inigualable Tiger Woods, pero por motivos adúlteros tuvieron que cambiar, ahora es Rory McIlroy, un joven que se ha sabido colocar entre los golfistas más importantes del momento, pues apenas cuando tenía 21 años de edad, se echó a la bolsa su primer campeonato del PGA Tour, casi nada. Ya con este breviario cultural podemos seguir. Para muchos el golf no es un considerado un deporte tan intenso como otros, y es normal pensarlo por su limitada acción, nulo contacto físico, extensas caminatas y obvio por su interminable caballerosidad mostrada por los exponentes.

EA Sports siempre ha buscado que sus videojuegos plasmen la emoción de los deportes de la manera más real posible, a veces lo logran, otras no tanto y en ocasiones ni se acercan. Rory McIlroy PGA Tour era mi esperanza para demostrar que EA está interesado en entregar juegos altamente buenos, sin embargo no son detalles los que lo hacen quedar mal, sino características enteras y muy grandes las que lo llevan un poco a la quiebra. Desde hace unos años los juegos de EA Sports han dejado de ser sólo deportivos, se han convertido en simuladores por el acercamiento que se tiene a la realidad.

Es por eso que antes, durante y después de jugar Rory McIlroy PGA Tour estuve observando algunos videos de torneos reales de esta disciplina. Me encontré con la sorpresa que dicho título tiene todas las características necesarias para hacer 18 hoyos muy realistas, sin embargo son sólo el intento. Los drives son sumamente fáciles de conseguir, me refiero a drives certeros y con dirección muy acertada para lograr mínimo el par. Quienes estén familiarizados con el teorema de Pitágoras, encontrarán poquísima resistencia del viento para no crear la hipotenusa idónea, y con esta lograr triangular lo menos posible. Atinar al golpe de poder es cuestión de poca práctica y se termina convirtiendo en algo de rutina. En verdad es casi imposible pegarle al rough. Luego vienen los tiros intermedios, los que están entre el drive y los putters. Estos sufren muy poco las inclemencias del tiempo, es decir del aire, respetando casi por completo la trayectoria que marcamos para llegar al Green, incluso me atrevo a decir que podrían casi lograr meter la bola en el hoyo antes de siquiera pensar en el green. Las complicaciones se “logran” cuando tenemos trampas de arena o lagos cercanos al hoyo, pero como son muy pocos, entonces no se preocupen, tienen pase directo a irse bajo par.

¿Quieren una preocupación? Una nada más: sí deben tener cuidado con el giro que le apliquen a la bola y nunca pasar de alto el terreno del green, pues no querrán un retroceso de la bola o que se vaya de largo. Para esto contamos con la lectura del pasto, la cual nos marca las velocidades del mismo y sus colinas. Esto no es nada nuevo, existe desde siempre. Es muy útil pero mientras uno se fije siempre en la colocación del golpe a la bola, no pasarán penurias. Por fin en el green, aquí donde las estrellas se separan del montón, pues aunque al principio resulta ser imposible asestar la pelota, es cuestión de dos o tres cursos de sus respectivos 18 hoyos, para empezar a entender cómo se manejan los putters, las velocidades y los alcances.

No teman fallar demasiado, los trofeos caen después a montones siempre y cuando sean observadores. En esta parte del trayecto es cuestión de ser calmados, entender la dirección del pasto, la fuerza de golpeo, el swing y por supuesto no titubear, pues cualquier movimiento puede ser determinante en meter o no la pelotita. Digamos que aquí sí acertaron bien en el diseño del juego, pues es muy acercado a lo que se puede ver en la vida real. Ya que hemos descrito la parte más importante de Rory McIlroy PGA Tour, es momento de pasar a los modos de juego, el mero corazón de este simulador.

MODOS DE JUEGO

Afortunadamente EA Sports supo casar los trofeos/logros con los modos de juego, esto porque es indispensable inmiscuirse a todos lados para conseguir ese preciado platino. Empezando por el modo carrera el cual posee una gran profundidad, contando también con una sección que nos permite comprar artículos para nuestro personaje de acuerdo a su avance de nivel, estos van desde palos hasta los mismos zapatos de bombín que cualquier profesional del golf que se respeta, debe tener. Shorts, gorras, playeras, chalecos, rompe vientos y pelotas, siempre haciendo gala del acuerdo comercial que EA tiene con Nike para este juego. Las marcas a todo lo que dan. Después podemos hablar de la cantidad generosa de cursos profesionales que EA nos presenta, lo cual hace mucho más atractivo agarrar esos maderos. Estoy hablando particularmente de los oficiales y reales, los de relleno son otra cosa totalmente diferente. Aprovecho para recalcar el gran detalle de las locaciones, desde el pasto con patrones de corte muy bien marcados sin llegar a confundirse con los mapas de las texturas, es decir, muy reales. La vegetación, animales, público, construcciones y accidentes de la naturaleza que recrean muy bien la armonía y belleza que sólo los campos de golf pueden mostrar.

Si lo que quieren es diversión apartada de lo que es un torneo, entonces el reto nocturno es lo de ustedes. Nivel tras nivel con retos para acumular puntos y estrellas, todos acorde a algo alocado e irreal en el golf, pero que mantienen la atención sobre todo por ser muy fáciles de conseguir y con el plus de darnos trofeos. Los “boosters” son modificadores al tiro que nos permiten hacer locuras imposibles con la pelota que le imprimen ridiculez agradable al reto. Estos niveles son bastante entretenidos y recomendables. Ahora que si quieren salir de la rutina, lo suyo son los mapas extremos, teniendo desiertos y un terreno usado en el juego de Battlefield 4. Así es, jugar golf en estos lugares genera una experiencia sin igual y muy rara, pero igual de reconfortante. Aquí el problema es que los obstáculos dejan de ser sólo árboles y palmeras, pues se agregan todo tipo de accidentes naturales y artificiales dignos de una película de acción. En el desierto me sentí como en Misión: Imposible 2.

Jugar en línea es otro boleto. Aquí la dificultad se eleva por unirse a humanos que probablemente lleven ahí todo el día, sin embargo es cuestión de seguir las reglas del golf: no hacer caso del rival, simplemente del juego de uno mismo. Mientras uno haga buenos tiros, mantenga una tarjeta regular y evite los bogies, es un hecho que podrán ganar a pesar del contrario. Un servidor se da por bien servido a nunca haber quedado abajo del segundo lugar. Las partidas son de a cuatro, por cierto.

Desgraciadamente pronto el encanto se acaba con esta modalidad y terminaremos regresando al modo local o incluso a los retos, pues con las pausas que hay entre golpe y golpe por esperar a los demás, puede hacerse tedioso.

VEREDICTO

Más que por ganar, por el hecho de lograr meter la pelota en el hoyo, es que Rory McIlroy PGA Tour se convierte en una entretenida propuesta, desgraciadamente el poco acercamiento a la realidad lo hace un juego bueno a secas, pues no permite apreciar la verdadera dificultad que se imprime cuando el viento es real. Le ayuda un poco los putters, los retos y los buenos gráficos, sin embargo no lo suficiente para hacerlo un obligado en la juegoteca de un amante de los deportes. Se perciben algunos tintes emocionantes, pero nada fuera de lo común.

Quienes intentan encontrar un juego que los sumerja y les permita perderse horas y horas, no lo encontrarán en Rory McIlroy PGA Tour, quizá para algo casual o de algunos días, pero no siento que perdurará ni parece que mereciera algunos DLC’s. Sinceramente esperaba más de este título que no decepciona, pero no deja el sabor de boca que se avecinaba. Ojalá piensen en modos de juego más desafiantes o con más dificultad, pues de lo contrario no le veo mucho futuro a la franquicia.

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