Mad Max | Reseña del juego
mad-max-game-warner-interactive-kopodo-reseña

El peor error que pudo cometer Warner Bros. con Mad Max fue sacarlo en la misma fecha que Metal Gear Solid V: The Phantom Pain. Sin embargo lo hizo y nosotros lo reseñamos tratando de responder la pregunta más difícil del año: ¿Vale la pena darle una oportunidad teniendo MGSV? Aunque esta no es una comparación, con nuestro artículo sabrán la respuesta.

MAD MAX

¿Ya vieron Mad Max: Fury Road? ¿La película? Fue buenísima ¿verdad? ¿VERDAD? Lo fue con toda la honestidad del mundo, pero sepan que el juego no es ni por asomo lo que la película fue, estamos hablando de otra cosa totalmente diferente, quizá con algunos destellos reconocibles pero hagan de cuenta que son dos mundos aparte.

Mad Max es un juego de mundo abierto donde controlamos a Max, este muchacho idéntico a Joel de The Last of Us que tiene un trauma con recuperar su auto, o en el mejor de los casos, crear uno más desgraciado y maldito que el que ya tenía. Para esto se ayudará de Chum, una copia graciosa del jorobado de Notre Dame el cual es un experto en mecánica de autos, y a base de solicitudes hará que Max le consiga todas las partes necesarias para crear el más perrón (sic) de los vehículos jamás construidos con el que incluso Putin soñaría para su ruso ejército: el Magnus Opus.

Hablar del juego Mad Max es hablar de estar un 90% del tiempo en el Magnus Opus, claro, en versión light porque conforme avanza la historia, se nos irán desbloqueando las mejoras y las configuraciones posibles para hacerlo un Arcángel. No como Gabriel, sino este es malo y rudo, con muchas ganas de matar a los enemigos. Sin embargo también tiene su parte de pelea a puño limpio en tercera persona, que es cuando trataremos de tomar algún lugar o deshacernos de los secuaces de Scrotus. Sí, así se llama el villano. Scrotus. Scrotus. Sssscrotusssss. Santo dios.

El combate es casi idéntico a Batman: Arkham Knight, lo que lo hace más fácil para quienes jugamos ese magnífico título, aunque no es tan emocionante pues aquí no podemos saltar de un lado a otro, sólo dirigirnos al blanco y sorrajarle un trancazo. Entre más golpes caigan, más posibilidades de llenarse de ira y ahí sí ni quién detenga a Max Rockatansky -nombre completo-. No hay muchos peros en las peleas cuerpo a cuerpo, realmente no son malas pero tampoco son algo para destacar, lo bonito y lo entretenido está tras el volante.

GRAN OBRA

Eso significa Magnus Opus por si no estuvieron en curso de latín cuando eran pequeños. Este móvil es realmente una chulada y lo que salva al juego de Warner Bros. Pues entre las persecuciones, las peleas mientras uno maneja, el arpón y las misiones para mejorarlo, el Magnus levanta lo emocionante que Mad Max tiene para ofrecer. En serio, no hablo de un mal juego, simplemente no supieron exprimirle lo mucho que podría ofrecer. Pero no acaba ahí el asunto.

Si lo suyo es recorrerse todo el mapa en busca de materiales, destruir campamentos de enemigos, escarbar por todos los rincones, entonces Mad Max es para ustedes pues ese 10% del tiempo que no estarán en el carro, deberán buscar comida, agua -para su vitalidad- y desechos para comprar partes y mejoras del Magnus Opus. Afortunadamente en cada locación hay un contador que nos va indicando si ya logramos “chacalear” -robar, timar, hurtar- todo lo disponible o aún falta, esto ayuda mucho para no perder el tiempo. Lo malo aquí es que el agua es escasa y depende de cómo mejoremos a Max será la cantidad de vida que nos renueve. Recuerden que el agua es vida.

¿Qué dijeron? ¿Nomás buscar eso? Nooooooo. La gasolina es la principal fuente de vida de un auto, entonces tenemos que buscar también por todo el mapa para abastecernos y no quedarnos a media carretera pidiendo que nos lleven a la siguiente gasolinera. Pero también la gasolina curiosamente en Mad Max explota como si fuera dinamita, y esto nos sirve para abrir ciertas puertas. Ya sé, suena raro.

Lo que paga el boleto son las persecuciones en automóvil, esto sí hace que valga la pena darle una oportunidad a Mad Max, dejen ustedes que sean caóticas, sino que las posibilidades de destruir carros y las explosiones lo hacen muy bueno. Los controles aquí están bien diseñados, pues arremeter contra un objeto en movimiento es muy fácil, y de igual forma con el turbo en contra de un objeto estacionado. Esta es la mejor parte: aprovecharse de los indefensos que están parados en medio de la nada. Muaaaajajajajajaja mueran todos. De hecho resulta muy sorprendente cuando explota el carro y salen disparadas algunas de sus partes, así como el conductor y copiloto quienes mueren en el impacto.

Y bueno, las tormentas de arena, así como en la película, son bastante rocambolescas pues entre que no se ve nada y chocamos contra todo, es demasiado entretenido volar por los aires, cuidarse de los truenos, el fuego y de la muerte. Si quieren ser cuidadosos, no deben entrar en estos fenómenos naturales, pero si quieren divertirse, es obligatorio meterse sobre todo por la gran cantidad de desechos que encontrarán para hacer uso con Chum en el maldito Magnus Opus.

Debo reconocer que la historia no me dejó en ningún momento con ganas de irme a hacer las misiones alternas, a pesar de que ayudan considerablemente a crecer a Max, pues casi siempre son iguales y llega un punto en el que no deseamos manejar, pelear, recoger y regresar. Casi todas son así, así que no esperen mucha variedad, las diferencias están en las locaciones y los laberintos que se van formando para llegar a la pelea final y hacernos con dicho campamento. Es decir, ganarle terreno a Scrotus. Que feo nombre. Scrotus. Asquito.

¿MAGNUS OPUS? ¿O NO?

Mad Max es tan largo como ustedes lo quieran hacer, pero recomiendo de manera muy puntual barrer todo el mapa aunque se me lleguen a aburrir. No paguen un dineral en este juego si no están dispuestos a sacarle todo el jugo, me refiero a los carros, mejoras, aditamentos, peleas, explosiones y tormentas de arena, si nada más van a acabar la historia y una que otra misión alterna, mejor ni siquiera le inviertan: se van a hastiar.

Seré muy honesto, para juegos de mundo abierto con mucho por hacer y explorar, mejor adquieran Batman: Arkham Knight, si son fanáticos de la serie de películas y esperan ver a algo como lo hecho por George Miller en los 70’s, mejor ni le busquen, lo van a odiar. En cambio si les encantó la película de Mad Max: Fury Road, podría ser que identifiquen varias cosas y se sientan familiarizados; es más, hasta podrían realmente darle unos cuantos besos al juego. Si buscan un juegazo con altos niveles de adrenalina, muchísima acción o un gran reto, lamentablemente Mad Max no es para ustedes.

¿Ya les respondí la pregunta del inicio de la reseña? Si no les quedó claro o dudan aún, la respuesta es un rotundo “NO”.

Compartir en: