Toy Soldiers: War Chest | Reseña
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Ezio, G.I. Joe, Cobra y He-Man fueron los principales motivos por los que grité a cielo abierto: ¡QUIERO TOY SOLDIERS: WAR CHEST! Sin embargo ninguno de los cuatro estaba disponible si no era pagando más dinero. Mi enojo se elevó al infinito y sin otro motivo más que vivir, decidí jugarlo nada más porque Ubisoft tuvo la delicadeza de regalármelo. ¿Ahora qué?

MI CASA NO ES TU CASA

Repítase la frase con voz de Terminator: Mi casa no es tu casa. Y nunca lo será a menos que yo lo decida así, por eso es que Toy Soldiers: War Chest de inicio es el juego perfecto para quien guste de defender su territorio a como dé lugar y contra los peores enemigos que uno pueda enfrentar. Efectivamente, hablamos de un juego tipo “Defensa de torre”, que consiste en recibir oleadas de invasores tratando de acabar con nuestra caja de juguetes y obviamente nosotros defendiendo a capa y espada. Así de fácil y sencillo les resumo el concepto de este juego. Pero obvio quieren más, quieren mi opinión y esa misma se las he de dar.

¿Alguna vez se imaginaron o quisieron que a sus juguetes les sucediera el efecto “Toy Story”? es decir, que cuando uno no está, nuestros pequeños monos de plástico cobren vida y hagan lo que su personaje les dicte. Todos lo quisimos, pero sólo puede ser posible en películas y juegos, como Toy Soldiers. Aquí podrán controlar un territorio delimitado como si en verdad fuera su base militar o su fuerte, con sede en su caja de juguetes a la cual se llega por todos los medios posibles, algunas veces siguiendo un camino señalado, o a veces les vale gorro y caen por donde mejor les parezca, dependiendo siempre del nivel.

A lo largo de este escabroso trecho habrá zonas exclusivas para colocar nuestra artillería, misma que puede ser de diferentes tipos pues no sólo enfrentaremos milicia, también habrá vehículos terrestres, aéreos, fuerzas especiales y obviamente unos tanques gigantes que más bien parecen edificios con ruedas. Estas áreas también tienen ciertas formas que no nos permiten colocar cualquier tipo de batería, sino la adecuada a la zona, pues hay unas que son para enfrentar pequeños retos y otras para los atacantes más chonchos. Aquí es donde surge el primer pero de Toy Soldiers: War Chest: no hay libertad para colocar el armamento donde nos plazca ni el que queramos, sino donde nos indican y el que nos digan, por lo tanto el juego puede en ocasiones convertirse en muy predecible.

Ya una vez que se dejan venir como manada de perros hambrientos frente a bistec, tenemos la opción de maniobrar cualquiera de las baterías, esto nos ayuda muchísimo a obtener dinero extra de las muertes que provoquemos, así como de los combos por sucesión de las mismas. Esto no quiere decir que no funcionarán las demás artillerías, pues empezarán a atacar en cuanto los villanos entren en su radio de acción, e incluso igualmente nos dan ingresos monetarios.

El dinero no sirve para irse de compras, nos sirve para mejorar el parque, alcance y paredes de protección para el armamento, así como para repararlo cuando esté a punto de estirar la pata. Algo que les debo de recomendar es cuidar mucho la plata, es inevitable que quieran armar como nunca a cada terminal de la muerte pero no lo hagan, tengan mucho cuidado porque sin darse cuenta un tanque les rompe la maceta y se quedan sin dinero para echarla a andar otra vez. Se los digo por experiencia. Sean también cuidadosos y ahorradores, pues nunca saben cuándo vayan a necesitar echar mano de su guardadito para esos momentos en que no ven lo duro sino lo tupido.

1000 MANERAS DE MATAR

Bueno, no tantas, de hecho son muy cosas, me refiero a los modos de juego que son medio escasos pues contamos sólo con la campaña principal, multijugador y los retos semanales. Así es, nomás esos tres. No por ser pocos son malos, recuerden que más vale calidad y no cantidad. En el modo campaña tendrán para rato divirtiéndose de lo lindo pues no es nada fácil avanzar, deben practicar un rato y aprender a gastar su dinero, no es tan fácil soportar las oleadas de enemigos, especialmente cuando la dificultad incrementa considerablemente entre uno y otro nivel. Y si lo suyo es la caza de trofeos/logros, entonces deberán jugar la campaña en varias formas y con todos y cada uno de los héroes y sus armas. Ahorita les explico lo de los héroes.

El multijugador pues eso, darse de topes con sus amigos para ver de qué cuero salen más correas y como todos, es muy divertido por el hecho de saber que no es la máquina la que les está haciendo los mandados, sino que el factor humano está al doble y es más entretenido ver qué pasa con las decisiones no automatizadas.
Desgraciadamente Toy Soldiers: War Chest no cuenta con tantos modos de juego y aunque sí son muy buenos, termina por no dar ese estirón que tanto esperábamos.

POR EL PODER DE GREYSKULL

Los héroes son personajes específicos, con nombre y todo, que salen a hacer el quite cuando más peliagudo se pone el asunto, sin embargo se deben matar a una cantidad considerable de enemigos para que estén disponibles, una vez logrado este cometido, podremos seleccionarlos para usarlos en combate. Cualquiera de estos héroes, son una verdadera chulada pues sus armas son mucho más poderosas que incluso nuestra artillería –en muchas ocasiones es así- además de contar con mucha resistencia a los gritos y sombrerazos.

Les digo que es una chulada, el único “pero” es que además de su barra de vitalidad, tiene una barra de energía que se va agotando y debe ser recargada con baterías colocadas por todo el terreno. Pero es lógico, todos los juguetes de pilas son los más padres, pero tarde o temprano se le acaba la energía.

El juego básico contiene cuatro de estos héroes, muy bonitos muy buenos muy ayudadores muy todo lo que quieran, pero no son Ezio Auditore de Assassin’s Creed. No son G.I. Joe. No son Cobra. Y mucho menos son He-Man. O sea, no lo son, ni con chochos. Desgraciadamente el precio para tener cada uno de estos héroes es de 4.99 dólares, hagan las cuentas si quieren a todos. Aún no tengo el valor de pagar por uno de ellos, pero cuando lo haga actualizaremos la reseña y obvio les traeremos video del momento cumbre que alguno de estos salga a repartir leña.

VEREDICTO

Por más que suene así, Toy Soldiers: War Chest no es precisamente un juego dedicado para los niños, empezando porque los niños de estos tiempos desconocen por completo lo épico que fue G.I. Joe y He-Man, quizá AC sí. Toy Soldiers es un juego muy entretenido, que libera un poco las frustraciones con todos esos disparos, esas muertes y las victorias logradas. La manera en que se desarrollan las batallas nos permite descansar un poco entre oleadas y nos pone a trabajar un poquito el cerebro, sin llegar a ser un rompe cabezas.

No, Toy Soldiers: War Chest no es un juego fácil, no es una pasada rápida pero tampoco es la dificultad andando. Es un juego que requiere cierto tiempo para dominarlo y un poco más para sacarle todos los trofeos/logros, sin embargo depende mucho de nosotros que no se haga tedioso con todas las combinaciones que se pueden lograr. El chiste de Toy Soldiers es ir cambiando los arsenales e ir intentando de chile, mole y pozole, ya que si no hacen modificaciones en su armamento y en los héroes, es un hecho que se aburrirán enormemente.

Toy Soldiers: War Chest es altamente recomendable para quienes quieren cambiar tantito de aires, y con “aires” me refiero a deportes, FPS, RPG, peleas, plataformas o cualquier otro género. Un “defensa de torre” siempre será divertido y más que este no se casa con un solo tipo de escenario, pues las cuatro variedades de ejércitos hacen que cada nivel se sienta fresco, por así decirlo.

La versión completa de Toy Soldiers: War Chest cuesta 29.99 dólares, la que trae a los héroes fregones. O 19.99 la que carece de ellos. No se los estoy vendiendo, les estoy diciendo que yo sí pagaba los casi 30 dólares por tenerlo completo, así de bueno es y sí vale la pena la inversión.

Con eso les resumo toda la experiencia. Y con el superlativo: buenísimo.

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