I Am Setsuna | Reseña

En esta hermosa profesión de reseñar juegos hay dos momentos en los que odio a nuestro RP más que a nada en la vida, más que llegar a tu taquería favorita y se hayan acabado los de pastor, o más que cuando las cocas están a temperatura ambiente. Uno de esos momentos es cuando te empieza a presionar para entregar una reseña sobre un juego el cual estás disfrutando mucho, pues después será difícil volver a jugarlo por la carga de trabajo. Esta es mi reseña sobre I Am Setsuna, y la manera en que me hizo odiar a mi compañero de trabajo.

I AM SETSUNA

Es sumamente fácil encontrar hoy en día RPG’s japoneses gracias a la -bendita- globalización, sin embargo ya son tantos que hallar el indicado es cuestión de indagar en cientos y cientos de opiniones, pues además del precio no deseamos perder nuestro tiempo probando los que nos recomienden, pues sabemos del excesivo tiempo que debe dedicarse a un juego de este tipo. En ese momento de penumbra, llega a nuestras vidas I Am Setsuna, primera creación de Tokyo RPG Factory, compañía independiente hija de Square Enix -ya bien conocidos por Hitman-, pero ahora con una historia totalmente diferente y permítanme decirlo, bastante buena con su alto grado de nostalgia a la vez.

I Am Setsuna se centra en un mundo de fantasía, magia y monstruos quizá no perfectamente bien diseñados o no tan impresionantes como nos gustaría ver, pero con un poco de imaginación podríamos darle un toque más terrorífico a dichos engendros aunque ese sea el trabajo de los desarrolladores. No importa, concentrándose lograremos “verlos” más amenazadores. En I Am Setsuna lo importante no es la parte gráfica, sino la historia y la narrativa, de ahí que podemos empezar a calificarlo como un buen JRPG, por sus largos textos y no tantísima acción como quisiéramos, pero es gracias a este factor que nos envolveremos en el juego y desearemos avanzar por el simple hecho de enterarnos del relato.

¿LA HISTORIA? BONITA

Cada diez años el mundo requiere hacer un sacrificio con el fin de no sufrir el castigo de las bestias, y con “castigo” me refiero a una especie de matanza donde la humanidad sufra los embates de monstruos gigantescos y brutales, sedientos de sangre humana. Aún no ha concluido el periodo y los engendros ya necesitan de la ofrenda para calmar sus ansias. En la villa de Nive vive Setsuna, una bella niña con grandes poderes heredados de su madre, la cual por estas mismas características es enviada para sufrir la expiación, sin embargo ella lo hace gustosa con tal de salvar a la población.

Pero Endir, un mercenario experto en el uso de la espada, a quién nosotros controlamos la mayor parte del tiempo, tiene la misión de acabar con aquella persona que deberá ser sacrificada sin importar los obstáculos, y es precisamente la adversidad la causante de seguir otro camino y así el curso de la historia cambie para bien. De aquí sale lo grandioso del juego, de los sucesos posteriores.

El resto de factores presentes en I Am Setsuna no son precisamente los mejores vistos en un juego, empezando por los gráficos no idóneos los cuales nos hicieron recordar a Zelda y Final Fantasy -obvio en sus inicios-, pero arreglados con los recursos de estos tiempos para darle suavidad en vez de un acabado a 8 o 16 bits. No es que se vean mal, es sólo que con una potencia de procesamiento como el manejado hoy en día, nos habría encantado ver cosas mejores presentadas. El sistema de pelea en I Am Setsuna tampoco es un logro magistral, pero conforme uno avanza y encuentra más objetos, personajes para ayudarnos, armas y artilugios, los combates empiezan a tomar mucho más sentido y pierden el adjetivo de “opacos” o “infortunados”, y terminan convirtiéndose en peleas agradables; algunas de repetición sólo para ayudarnos a nivelar, otras semi legendarias por lo complicado que se tornan con el paso de las horas.

Tiempo es lo que I Am Setsuna necesita para robarnos nuestro cariño, en definitiva no estamos ante un juego el cual requiera un par de horas, y si su búsqueda es algo así entonces este título no es para ustedes. I Am Setsuna ocupa varias sesiones frente al televisor, leer mucho, practicar, buscar a los monstruos y enfrentarlos, caminar todo el mapa, buscar y rebuscar las secciones, y después volver a esos lugares para develar secretos previamente incapaces de alcanzar, por el mismo diseño del juego.

¿Han jugado Skyrim? El que lo ha hecho puede presumir más de cincuenta horas -o más de mil- rondando la extensa comarca y haciendo lo más fuerte posible a su personaje. I Am Setsuna es igual de celoso, pues después de jugarlo como mínimo diez horas es cuando apenas iremos agarrando el verdadero sentido que The Tokyo RPG Factory nos quieren heredar.

VEREDICTO

Con una música muy sencilla que va desde melodías tranquilas, hasta otras generosamente entretenidas con un ritmo apropiado para la batalla, todo realizado con un piano y mucho sentido del minimalismo, I Am Setsuna aprueba el examen de admisión al mercado de los RPG gracias a su gran inspiración en historias fantásticas de monstruos enormes y batallas épicas. Los creadores encontraron un equilibrio tal en la balanza de gráficos contra guión, donde éste último gana por un pelo y arranca de mi vocabulario un sólido “genial” si tratáramos de calificar a I Am Setsuna.

No puedo negar mi frustración los primeros momentos en el juego, pero después de romper la barrera del jugador casual para continuar con la travesía, I Am Setsuna se convirtió en un juego de culto imperdible para los amantes de los clásicos, donde el avance en el relato es más poderoso que la capacidad de impresionarse ante efectos especiales sobresalientes. Aquí en esta crónica de la joven a punto de ser sacrificada, el verdadero sacrificio estuvo en la sección técnica, la cual estuvo rebasada de manera titánica por su narrativa bien lograda y las ganas infundidas de enterarnos en lo consecuente.

Mi recomendación no está en comprar o no I Am Setsuna, está en preguntarse a sí mismos si querrán disfrutar de una aventura pensada en los títulos tradicionales, si están dispuestos a leer y enamorarse de un cuento de ilusión suficientemente bueno para no darle la espalda. Pero si buscan un juego donde se apueste por lo impresionante y magnífico de sus gráficos así como de inyecciones de adrenalina, entonces no hay motivo para darle una oportunidad.

¿Ahora entienden mi odio hacia nuestro querido RP? Me exigió dejar el control de I Am Setsuna para escribirles mi reseña, siendo muy probable que tenga en puerta otro proyecto, quitándome la oportunidad inmediata de seguir jugando esta bonita epopeya. O simplemente quizá me dé unas vacaciones y regrese a ser Endir para acompañar a Setsuna hasta el fin del mundo.

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