Killing Floor 2 | Reseña

Ajeno a Killing Floor, tuve la oportunidad de probar la demo y me dejó a la expectativa de lo que sería el modo completo, la espera no tuvo nada de inquietante ni me mordía las uñas por jugar el título entero, ni siquiera me emocioné tanto cuando me dieron el código de descarga. ¿Por qué sucedió esto? No lo sé, pero ahora en mi reseña sabrán qué les espera si deciden INVERTIR en él.

JUEGO PEQUEÑO QUE RESULTA SER GRANDE

Killing Floor 2 es muy pequeño. Muy pequeño. En verdad cuenta con pocos mapas y sólo tres modalidades de juego, lo que no invita a verlo en las tiendas físicas o digitales. Pero eso sería un error garrafal mis queridos amigos, pues aquí la frase “menos es más” funciona de maravilla.

Son tres modos: local el cual fue diseñado para los locos de remate que son muy buenos en solitario matando zombis, el “human v human” hecho para los que les encanta la competencia contra personas comunes y corrientes, y luego está el “survival” el cual parte el queso, reparte las tortas, sirve los refrescos y les regala postre a todos, y si gustan repetir, adelante que hay de sobra y para todos.

El modo “survival” es entrar en un servidor, aliarse con cinco compañeros -más ñeros que compas- y matar zombis a como nos los avienten en un mapa enorme y con obstáculos tanto para ellos como para nosotros, pero más para nosotros por lo escabroso del terreno, haciendo un suplicio aguantar vara con las hordas no interminables de come cerebros de varios tipos, peligro y formas de atacar. Y también diversos en sus dimensiones. Una chulada de modo en donde todos deben ayudarse con todos, quieran o no. Aquí el valiente que se las gaste de Juan Sin Miedo terminará destrozado en un chasquido de dedos, pues el sistema es tan inteligente que aventará a los enemigos en montones y por todos lados, haciendo cualquier recoveco una sentencia de muerte si es que no son rápidos o cuentan con armas poderosas. Pero ni con esas.

Si pasan varias oleadas en donde Juan Sin Miedo no logró salir victorioso, seguramente se convertirá en amigo del resto del equipo y si es poquito inteligente irá a hacer bola con ellos para cuidarlos y ser cuidado por los mismos. En serio, el trabajo en equipo es importante y se convierte en obligatorio por lo complicado que es perseverar a los distintos tipos de ataques zombis, pues no todos van a mordernos. Gracias Tripwire Interactive por meterle imaginación a un villano que ya cansaba por siempre ir a las mordidas de perro, ahora las sirenas, los que embisten, los de las metralletas y hasta los de los cañones son una delicia de observar y hacer que caigan rendidos ante nuestro plomo repartido. Gracias Tripwire, ya son mis amiguis -alguien rápido deme un golpe por hablar como chamaquito caguengue-.

Afortunadamente nosotros decidimos el tamaño de pantalones que nos cargamos, pues la cantidad de oleadas las decidimos nosotros además de la dificultad. Normal es anormal, ¿En qué pensaban Tripwire? “Normal” es de por sí un reto bastante complicado si sus coequiperos no cuentan con experiencia suficiente, pero si de verdad se sienten Juan Sin Nada De Miedo, entonces vayan a la mayor dificultad y sientan arder todo su cuerpo en desesperación. Ya no son mis cuates Tripwire. No, sí lo son aun. Y por si fuera poco, hay jefes finales acompañados de lacayos por si no sentían la presión.

Después viene el modo solitario y el de equipos, pero ni vale la pena que les platique de esos, Killing Floor 2 es la modalidad “survival” y nada más, gastar horas de su tiempo en ellos no es bueno. Ok, sí es bueno porque en verdad son divertidos, pero el grosor de la emoción es la sobrevivencia.

Pero ya me regañó mi editor en jefe y DEBO hablarles de cómo sacar el Rambo dentro de ustedes cuando vayan a solitario. Esto es lo mismo que en “survival” pero con una bendición y patada en el trasero para intentar, tratar, aspirar, pretender acabar las oleadas sin hacer uso de la conexión a internet. La cosa es que se hace mucho más fácil buscar los coleccionables que nos ayudarán a desbloquear los trofeos/logros a su tiempo y en el orden que gusten, irse a deambular por el mapa para hallarlos y destruirlos. Además es buena práctica de tiro para conocerse el terreno y no sufrir cuando vayan al “survival” que es el alma de la fiesta. Aunque ya se los dije pero lo deben tener muy presente en su alma y su corazón.

La otra parte divertida es en equipos contra humanos, pues podrán caer en el conjunto de los zombis y probar las armas y ataques de estos seres choteados por los medios audiovisuales en el mundo, lo cual podrá sonar emocionante pero deja de serlo cuando mueren repentinamente y deben chutarse el resto de la oleada como espectadores. ¿Ven cómo no es igual de divertido que el “survival”? Ya hasta hice mi remera con el verso de “Survival te amo” estampado en el pecho.

VEREDICTO

Con música metalera y bastante prendida de fondo, gráficos decentes, muchas armas y personajes a seleccionar contra varios tipos de zombis y dificultades muy elevadas para gozar con sobredosis de adrenalina, Killing Floor 2 es un obligado para los que están cansados de los juegos de disparos que están en boga. Además, recuerden que tiene varias mejoras importantes en su versión de Playstation 4 PRO, se las platicamos aquí.

Y si debo encontrarle un defecto, es que el modo solitario lo pudieron haber hecho cooperativo local. Ahí se los dejo Tripwire para que lo consulten con su almohada y sea la idea principal de Killing Floor 3. Besos mil.

*recibe un zape por muchachito caguengue.

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