Podría resumir bastante esta crítica que a continuación realizaré con dos palabras, “simplemente hermosa”, Kubo y la Búsqueda del Samurái es una de esas películas animadas que te mueven más de un sentimiento cuando las estás presenciando, la belleza visual y argumental son tan vastas y bien logradas al punto de sentirse conectado con los personajes y la historia que se está desenvolviendo en torno a estos.

Animación cuadro por cuadro, paisajes bellísimos, ambientaciones completamente adecuadas al punto en el que se encuentra la historia, Kubo y la Búsqueda del Samurái, es una poesía a los ojos, desde principio a fin te deja enganchando con tan maravillosos efectos en el ámbito de este tipo de animación.

JAPÓN TIERRA DE BELLEZA

La animación está ubicada dentro del Japón feudal, ese tiempo de la historia tan épico de los samurái, con sus letales katanas y honor inquebrantable, creencias fantásticas sobre la vida en la tierra y cómo es que todos los seres de este mundo  viven armoniosamente conviviendo el uno con el otro, desde cada ser vivo como árboles o aves (entre algunos de ellos) y el respeto que esta sociedad tienen hacia todos.

En este mundo y época, viven Kubo junto con su madre, la cual arriesga todo en un momento de desesperación para salvar a su pequeño hijo, alejarlo lo más posible de aquellos que buscan hacerle daño, ambos terminan a las orilla de una playa, exhaustos pero libres de aquellos que buscaba eliminarlos.

Los años pasan y Kubo se convierte en un niño autosuficiente, y ahora teniendo que cuidar a su madre que al parecer se ha vuelto un poco senil, por los días el pequeño niño viaja al pueblo más cercano para dar un espectáculo a los pobladores, un espectáculo por más maravilloso que involucra una historia interpretada con figuras de origami, que te dejarán con la boca abierta (literal), solo que la vida “tranquila” que lleva Kubo está a punto de cambiar, ya que los fantasmas del pasado de su familia regresan  para atormentarlo y llevarlo a la aventura más grande y maravillosa de su vida.

Kubo and the Two Strings o mejor conocida aquí en México como Kubo y la Búsqueda del Samurái, es una película estadounidense realizada con la técnica de cuadro por cuadro, escrita por Marc Haimes y Chris Butler, dirigida por Travis Knight y distribuida aquí en nuestro país por Universal Pictures, como lo mencioné está realizada con una técnica que ya no muchos arriesgan o deciden trabajar que es el stop motion (cuadro por cuadro) por razones más que obvias al involucrar una cantidad enorme de trabajo que se le debe de invertir a este tipo de proyectos, pero se agradece sigan realizando y mucho más si es de una forma tan bella y perfecta como lo es esta película.

POESÍA EN ORIGAMI

Como ya lo mencioné antes, la historia se sitúa en un Japón feudal, donde aún abundaba la flora y la fauna, con hermosos escenarios naturales, contrastados por esas bellas y simples aldeas, por una arquitectura japonesa llena de perfección; todo esto crea una homogeneidad pura y sencilla, pero que a la vista crea un sentimiento en cada escenario que la película nos presenta, desde bosques llenos de árboles que no se alcanzan a distinguir dónde terminan, llanuras nevadas interminables, océanos vastos con un sol al atardecer reflejando su belleza sobre las cristalinas olas, mansiones japonesas destruidas por el tiempo, con follaje invadiendo de manera hermosa los pisos y paredes de madera destruidas por alguna batalla pasada.

En cuanto a los efectos visuales que la cinta maneja con técnicas de origami, sencillamente no encuentro palabras para describir lo maravillosas que lucen, y más aún con el tipo de animación en las que se mezclan, no voy a arruinarles la sorpresa, solo diré que una escena en particular, te deja boquiabierto, quedarás totalmente inmerso en el momento y belleza de la escena, acompañada de música que el pequeño Kubo irá tocando al ritmo del papel con su shamisen, un antiguo instrumento japonés de tres cuerdas que tendrá mucha importancia argumental en la película, este instrumento dará aún más vida a las escenas en donde Kubo juega un poco con sus hojas de papel al darles las forma que el desee.

UNA AVENTURA MÁS QUE FANTÁSTICA Y LLENA DE COLOR

La línea argumental es bastante fluida, te lleva de la mano en todo momento, no costará para nada entender cada detalle que el director y escritores quisieron plasmar en esta cinta animada, es una historia única y maravillosa, que combina mitología y leyendas de la cultura japonesa como dioses maravillosos, tales como el de la luna. También adapta elementos importantes dentro de la sociedad antigua y actual japonesa, como los escarabajos, el cual es un insecto muy buscado por niños y hasta adultos de este país.

Todos los personajes interactúan bastante bien entre ellos y estos tendrán un papel muy importante en la historia, ninguno cae mal o arruina la experiencia de alguna forma, desde el aldeano más simple, hasta el villano de la historia, como Hanson un samurái de papel al cual Kubo da vida por las historias que le cuenta su madre, el cual se lleva algunos momentos con acciones muy básicas; otros como el mono con su instinto protector hacia Kubo, y el escarabajo con su forma de ser un tanto despistado, de igual manera los villanos están muy bien diseñados, son la contraparte de nuestros héroes y dan ese sentimiento de vacío en sus corazones los cuales solo buscan el bien propio.

VALORES

Los valores que plantea la cinta son básicos y los que casi siempre se usan en este tipo de películas animadas, más que nada por el tipo de público al que van dirigidas, como lo es el infantil, pero está muy bien trabajado, se creará ese lazo personaje/espectador en donde seguro la mayoría de nosotros nos sentiremos identificados con alguno de los puntos de la trama, ya que son valores que tenemos o aplicamos diariamente en nuestras vidas, así que dicho esto, llega a tocar ciertos nervios o puntos sentimentales en el espectador, lo cual es algo básico si es que se busca realizar una película memorable, una película que después de algunos años sigas recordando o usando de referencia.

CONCLUSIÓN

¿Qué más les puedo decir que no haya quedado más que claro en todas y cada de una de las palabras plasmadas en esta crítica? Esta cinta animada vale no mucho, MUCHÍSIMO la pena, Kubo y la Búsqueda del Samurái, es fácilmente una joya dentro de su género, mezcla muy armónicamente todos sus elementos visuales, sonoros y argumentales, dando como resultado una poesía animada, una belleza plasmada en pantalla.

No encuentro ningún error o punto malo del cual hablar de este largometraje, no lo hay, y si lo hubiera, habría sido a la fuerza, lo cual sería injusto hacerlo pues hasta el doblaje es bueno, cada voz calza perfectamente con su personaje, así que si esperaban leer algún punto negativo, pues déjenme decirles que no lo van a encontrar y eso les aseguro. Kubo y la Búsqueda del Samurái se ganó bastante bien los 5 puntos de calificación.