Blash | Reseña

En Kopodo nunca nos cansaremos de los videojuegos hechos en México, tanto como para hacer la reseña, como para jugarlos y encontrarle las cosas buenas, y simplemente por el hecho de ser compatriotas y trabajar día con día en poner en alto el nombre de nuestro golpeado país. Blash, de TGA Company, es uno de estos juegos que tenemos en nuestro iPhone 6 y vaya que lo odiamos. Pero en el buen sentido. Ustedes sigan leyendo.

RELACIÓN ODIO-AMOR

La relación Odio-Amor es algo perfectamente bien conocido en el mundo de los videojuegos, y explica cómo podemos odiar a rabiar un juego por lo complicado que se puede poner, pero por más que no avanzamos, seguimos ahí intentando y fallando como un ciclo interminable que no podemos detener. Blash es básicamente eso por su diseño en 3D y colores psicodélicos que nos meten en apuros en cada partida.

En Blash nuestro objetivo es súper sencillo: lograr que un cubo no caiga del par de rieles que están colocados en el escenario. Menos complicado: hay dos rieles de cubos colocados paralelamente los cuales están descontinuados, y un cubo se mueve sobre uno de ellos, por lo que un movimiento de “swipe” -como se le conoce en el mundo táctil- hará que se cambie de carril y evitar su caída.

Suena aburrido o quizá sin sentido. Lástima que suene así pues en la práctica Blash es tan odioso como genial, pues desde el primer nivel todo es complicado por la perspectiva de la cámara, lo que le da un reto mayor por el hecho de adivinar la profundidad de los rieles y el cubo conforme se va moviendo. Los colores sin duda le imprimen todavía más dificultad debido al mate de los cuerpos geométricos. Y si agregamos que al caer regresaremos al principio de las vías, entonces más frustración aunada al diseño sencillo que nos provoca pensar “esto será pan comido”, y no lo es.

Blash es un juego que no se mete en problemas de RPG, mundos abiertos, disparos, armas o misterios, simplemente se concentra en hacernos pasar unos minutos muy concentrados, para terminar en frustración porque seguramente no pasarán a la primera, ni segunda, ni décima, deberán invertirle más tiempo a dominar este juego.

VEREDICTO

Sencillo, complicado, odioso, genial, divertido, frustrante y para ese rato de ocio que se puede convertir en un rápido “uno más y ahora sí lo paso”, Blash no es la maravilla en la AppStore ni mucho menos el mejor juego que puedan descargar en su dispositivo iOS, pero definitivamente será una gran adición a su videojuegoteca gracias a esa simplicidad y reto que siempre estamos buscando, que sin ser imposible, sí se convierte vertiginosamente en una relación odio-amor tan necesaria en nuestras vidas de gamer.

TGA Company va por muy buen camino, y quizá podríamos ver una versión mejorada de Blash en sus gráficos y en su ya muy amena música, o quizá en un juego más ambicioso que explore otros terrenos. ¡Felicidades compatriotas!

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