Más fuerte que el destino | Crítica

El 15 de abril de 2013 la celebración por el maratón de Boston se tiñó de sangre. Un ataque catalogado como terrorista que consistía en la detonación de bombas cerca de la línea de meta arrancaron la vida de 3 personas y lesionaron a otras 282, ésta es la historia de uno de los sobrevivientes.

Con el título original de “Stronger”, es una película norteamericana de drama dirigida por David Gordon Green y John Pollono, basado en la autobiografía de Jeff Bauman, el hombre que se convirtió en una de las caras más reconocidas del atentado, la obra fue escrita por él mismo y Bret Witter. La cinta fue estrenada por primera vez el 8 de septiembre en el Toronto International Film Festival y es protagonizada por Jake Gyllenhaal y Tatiana Maslany.

Jeff es un joven de 29 años que se gana la vida trabajando en el departamento de alimentos de Costco, lleva una vida normal viviendo con su madre y siguiendo devotamente sus deportes favoritos. Todo transcurre con tranquilidad hasta que se encuentra a su ex en un bar y la ayuda a recabar dinero para el maratón de Boston en la que correrá a beneficio de un hospital y le promete ir a verla. Después de ese día, su vida se transformaría dramáticamente. Al ayudar a identificar a los responsables del bombardeo, Jeff se convierte en uno de los rostros de “Boston Strong”, trayendo consigo mucho fanmail y demasiada atención. Él se cuestiona su supuesto heroísmo, pero su mamá ve en todo esto la oportunidad de que las cosas sean “más sencillas” para ellos.

Jake Gyllenhaal, mejor conocido por sus actuaciones en “Donnie Darko” y “El secreto de la montaña” interpreta a Jeff Bauman, un joven trabajador que pierde ambas piernas mientras presenciaba el maratón de Boston. Tatiana Maslany (Orphan Black) interpreta a Erin Hurley, interés romántico de Jeff, con quien tiene una relación intermitente. Mientras que la experimentada actriz británica Miranda Richardson, actúa como Patty Bauman, la madre alcohólica de Jeff.

La primera parte de la cinta se dedica a darnos contexto sobre la vida cotidiana de Jeff y la manera en que se relaciona con las personas a su alrededor. La estructura que sigue es lineal, a excepción de algunos flashbacks al doble atentado. Es a partir del bombardeo que la película realmente despega, y en delante se es testigo de escenas un tanto más complejas. Las tomas del atentado en que Tatiana Maslany es el centro del cuadro realmente transmiten confusión y desorden. No obstante, el lenguaje corporal que maneja Gyllenhaal, se convierten en protagonistas de las escenas en donde el diálogo es escaso o nulo. El gran profesionalismo con que ambos interpretan a sus personajes es un deleite.

Aunque no está explicito, es evidente que Jeff está sobrepasado por la atención y al mismo tiempo lucha para hacer las labores más básicas de la vida cotidiana, pero nadie más que Erin parece darse cuenta. Bauman pronto se convierte en un prop para su familia, un vehículo a los reflectores. Un ejemplo de esto es en el partido de los Boston Bruins, al que ha sido invitado como una especie de “motivación”, la escena va construyendo la tensión y explota de manera increíble cuando Jeff no puede evitar tener un ataque de estrés post-traumático. Eventualmente la inestabilidad mental de Jeff se va haciendo más evidente, a cada flashback que él tiene llegamos a ver el suceso de manera más detallada. Es en el último flashback en donde puede apreciarse el detalle que los realizadores pusieron en recrear el terrible suceso en una escena que brilla por su crudeza.

Creo que el gran acierto de “Más fuerte que el destino” es el hecho de que es muy honesta al mismo tiempo que es crítica. Este no es uno de esos relatos heroicos con personas ejemplares. Es el viaje de un hombre que tiene que re-aprender a ser autosuficiente y recuperar la dignidad que le ha sido arrebatada incluso por sus propios seres queridos. La familia de Jeff es ruidosa y escandalosa, y aunque seguro que tienen las mejores intenciones, se la pasan haciendo las cosas más difíciles para él, sin darse por enterados del proceso que éste atraviesa en materia emocional. Esto de ninguna manera que quiere decir que sean antagonistas, la cinta no hace ninguna distinción moral, todos son seres humanos con errores y anhelos. Jeff se convierte en la cara de “Boston Strong” que, a pesar de ser un slogan de esperanza, es uno de los detonantes de su depresión al “transformarse” en héroe de la noche a la mañana. Otro punto interesante es el hecho de mencionar la polémica que rodea al bombardeo, a veces catalogado como un auto atentado por los escépticos.

Más fuerte que el destino es un excelente drama que maneja las emociones humanas de manera magistral. Le hace justicia a la historia de Jeff Bauman y lo vulnera al mismo tiempo que nos muestra el proceso de convertirse en el hombre que es hoy al sobreponerse a un terrible destino. No dejes de ver “Mas fuerte que el destino” en tu cine favorito a partir del 5 de enero del 2018.

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