The Flame in the Flood | Reseña

Estamos una vez más -gracias a las fuerzas del universo- ante un juego independiente con un contenido diferente a lo que muchos otros entregan. Poca mercadotecnia como debe de ser, poco “hype” como algunos le llaman, y con reducidos spoilers en los tráilers respecto a la jugabilidad y el desarrollo del mismo. The Flame in the Flood es una aventura para descubrirla por sí mismo y olvidar lo que se conoce de otros juegos. Pero también es de acostumbrarse a morir.

LLUEVE SOBRE MOJADO TÍO

La expresión “nada más falta que te orine un perro” es perfectamente aplicable al juego The Flame in the Flood. En esta aventura desventurada con tintes apocalípticos y un diseño de arte fabuloso, nuestro protagonista es una pobre niña sin rumbo pero con dos motivos para no desistir: sobrevivir y su mascota siempre fiel. Benditos perros, no los merecemos. Recolectar, administrar, crear y ser habilidoso son las cosas que debemos tener en mente todo el tiempo, pues si empezamos a pensar en las inclemencias del tiempo, sólo nos serviría para llenarnos la cabeza de eventos en los cuales no tendremos el control y nos preocuparíamos sin sentido alguno.

The Flame in the Flood nos pone en un mundo con lluvias torrenciales, pequeños poblados para buscar refugio, provisiones y recursos para crear armas de caza, curarnos y arreglar nuestra balsa. Oh sí, esto es lo interesante de The Flame in the Flood, una balsa con la cual andaremos en un río a veces tranquilo y a veces salvaje, que señala las corrientes del mismo para que decidamos hacia dónde iremos, ya sea para encontrar alimentos o refugio, o mejorar la lancha; aclaro muy bien que es “o” porque no todos los lugares a donde llegaremos tendrán estas facilidades. He ahí lo más hermoso del juego, tomar decisiones lo más rápido posible de acuerdo a las necesidades de nuestro personaje, implicando dejar pasar algunas oportunidades por aprovechar otras. Administración de los recursos, eso es el mayor logro de The Molasses Flood, los desarrolladores con un currículum buenísimo y que nos traen este juegazo.

Demonios, ya les hice spoiler del veredicto. Sí es un juegazo.

The Flame in the Flood es lineal si así se le quiere ver, pero son esas mismas posibilidades que no se dan tan seguido, las que le hacen un montonal de ramificaciones y todo siempre pensando en las necesidades: temperatura, sueño, sed y hambre. Siempre debemos estar bien en estos departamentos o cada vez nos irá haciendo mella y las consecuencias son efectivamente fatales. Morirán en el riachuelo sin tener una pizca de clemencia, pues aquí les va otro spoiler -además sirve como tip-, no pueden comer en la balsa, deberán esperarse hasta estar en tierra firme. Cuando lo jueguen entenderán lo horrible que es dicha condicionante.

La primer pasada del juego es gratis. Morirán quizá a los seis o siete días, entenderán un poquito de la mecánica del juego, de cómo conseguir alimentos y andar en el bote, quizá comprendan el sistema de la mochila y el perro, de arreglar cosas, de curarse incluso. La segunda, tercera, octava, undécima, esas ya cuestan lágrimas, sudor, nervios, mandos y si no tienen auto control, hasta les costará la televisión. The Flame in the Flood como un juego independiente es sumamente arriesgado pues no escatima en peligros y situaciones para matarnos, podría decirse que aquí no hay cómo salvarse, morirán diez veces, cien veces, mil veces, la cantidad que estén dispuestos a volver al río y esperar no encontrar adversidades en cada pedazo de tierra donde encallen. El sentimiento de odio hacia el juego jamás se hace presente pues nuestro personaje sufre y es ahí cuando nos damos cuenta de que QUEREMOS darle calidad de vida -aunque esté hecha de píxeles-, arroparla, cuidarla, alimentarla, quitarle lo sedienta y curar todas sus heridas. The Flame in the Flood se mete en la piel y no dejamos de pensar en qué hacer la próxima vez que tomemos las paletas y rememos.

VEREDICTO

Hace una cuantas líneas señalé que The Flame in the Flood es muy arriesgado y sí lo es, y sí es magnífico que sea así. Para ser independiente se embarca en una aventura complicada para muchos gamers que podrían quejarse de la dificultad o de los pocos recursos, de la variedad de peligros y los contados lugares para pasar la noche. Muchas cosas en qué pensar, muchas factores a tomar en cuenta para sobrevivir, pocas pistas y hambruna y sed. Pero el conjunto de todas las adversidades hacen de The Flame in the Flood un magnífico logro como pocos y que lo impulsan a uno de los mejores independientes y “Survival Game” del año 2017.

Fue muy pronto esta sorpresa de juego, y sabiendo que se avecinan más títulos, The Flame in the Flood no puede acostarse en sus laureles así que esperamos actualizaciones y DLC’s pronto, sin embargo tiene un enorme colchón por el increíble diseño que lo catapulta al éxito tan temprano en el año. Es de esperarse que no se animen muchos a ir por él, pues no es un juego para todos, pero sí sin duda es un juego que todos deberían adquirir.

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