Pequeña gran vida | Crítica

“Parece que estamos en el mundo real… De pronto algo pasa y te das cuenta que no”

– Paul Safranek, Pequeña gran vida.

Con el título original de “Downsizing”, se trata de un filme estadounidense que reúne los géneros de comedia, ciencia ficción y drama. Escrita y dirigida por Alexander Payne y Jim Taylor. Fue estrenada en 2017 en la 74th Venice International Film Festival y traída a las pantallas comerciales por Paramount Pictures. La cinta es protagonizada por Matt Damon, Christoph Waltz, Hong Chau, and Kristen Wiig.

La película cuenta la historia de Paul Safranek, un fisioterapeuta de mediana edad que agobiado por las deudas que afectan su matrimonio, se siente especialmente atraído al avance tecnológico que está en la boca de todos desde su descubrimiento: la reducción de tamaño. Es a partir de una reunión de ex alumnos que Paul y su esposa Audrey empiezan a ver la reducción como una idea factible pues les permitiría un ascenso social inmediato al mudarse a Leisureland, una colonia aparentemente paradisiaca. Sin embargo, tras arrepentirse en el último momento, Audrey decide divorciarse de Paul, y a consecuencia de la división de bienes, éste se ve obligado a buscar un apartamento más modesto en una zona de clase media. El destino se encargará de que conozca a Ngoc Lan Tran una activista que le hará cuestionarse sus privilegios y encontrarse a sí mismo.

Matt Damon, a quien seguramente recuerdan como el astronauta perdido en Marte, interpreta a Paul Safranek, un hombre cálido, ligeramente frustrado con su vida actual que ve en el encogimiento una forma de mejorar su estilo de vida, Kristen Wiig actúa como Audrey Safranek, esposa de Paul, quien algo temerosa del procedimiento y el estado de la relación de sus familiares, decide dejar a su esposo y no reducirse. Christoph Waltz es Dušan Mirković, un comerciante serbio adicto a las fiestas y finalmente Hong Chau da vida Ngoc Lan Tran, una activista vietnamita que es reducida en contra de su voluntad por liderar un levantamiento de protesta.

Cuando vi el tráiler de “Pequeña gran vida” lo primero que se me vino a la mente fue aquel clásico ochentero de Disney “Querida, encogí a los niños”, en el cual un padre de familia que trabaja como inventor, accidentalmente encoje a sus hijos y sus vecinos. Con este precedente, la idea de reducir a un ser humano a una fracción de su estatura y dejarlo prácticamente a merced del mundo es una promesa de risas y muchas desventuras. Sin embargo, esta película me entregó mucho más que eso.

Hay un par de razones por las que considero que “Pequeña gran vida” es una comedia imperdible. La cinta es muy agradable visualmente, la iluminación juega un importante papel en las escenas de los ambientes cotidianos, se sienten opacas lo que proyecta la frustración del protagonista quien básicamente pasa de atender a su madre a atender a su esposa en la misma casa en la que creció. Por otro lado, Leisureland es todo color, luces, bienestar y armonía. Los elementos de sci-fi están muy bien cuidados y la secuencia donde se muestra el “proceso químico del encogimiento” es muy interesante y hasta me atrevo a decir, hermosa. Cabe mencionar que si el ritmo de la película es tan bueno, se debe en gran parte a su música. Rolfe Kent, quien se hizo acreedor a una nominación a los Globos de Oro con la música de “Entre copas” (también de Alexander Payne) hizo la excelente labor de acompañamiento, de tal suerte que es muchas veces él quien dicta el carácter divertido de las escenas. La actuación de artistas con mucha experiencia en el plano de la comedia como Kristen Wiig y Jason Sudeikis anticipan las carcajadas. No obstante, la gran gema que esconde la cinta en materia de personajes se lo lleva la actriz de origen vietnamita Hong Chau. Ngoc Lan Tran es un personaje tan singular, que es imposible no sentir algo por ella. Aunque se trata de un rol secundario, una mujer migrante que es castigada por su fuerte convicción de proteger a su pueblo se convierte en un elemento disruptivo, capaz de ofrecer una realidad diferente. Aunque Ngoc Lan es muy entretenida, es también un reflejo de los marginados, de los que viven inmediatamente fuera de los muros de los condominios de lujo.

“Pequeña gran vida” es una película hilarante y entrañable pero que expone a manera de sátira muchos de los males que afectan a la sociedad de hoy. La crisis económica, la migración, la política la diferencia de clases sociales y la necesidad de trascender hacen de esta, una obra increíblemente oportuna y humana. No puedes perderte esta cinta y la montaña rusa de emociones que tiene para ofrecerte. Disfrútala en tu cine favorito a partir de este 19 de enero.

Compartir en: