Shadow of the Colossus | Reseña

Luego de casi trece años de su lanzamiento original en Playstation 2, la impresionante obra de Fumito Ueda y Team Ico sigue en todo su esplendor como si el tiempo nunca hubiera pasado. Shadow of the Colossus es sin duda un juego atemporal y clásico que en esta ocasión gracias a una remasterización por parte del equipo Bluepoint, quien ya había trabajado en su lanzamiento para Playstation 3, nos lleva de viaje a una tierra desolada y técnicamente asombrosa gracias a la potencia de Playstation 4, un “labado de cara” que de forma perfecta mantiene el mismo espíritu del original. Listo para ser experimentado de nuevo por fans del trabajo de Ueda y por nuevos jugadores.

UN MUNDO LLENO DE JEFES DE NIVEL

Además de los desolados, calmados y enormes paisajes Shadow of the Colossus sorprendió en su época con la aparente simpleza de sólo contar con 16 “jefes de nivel” llamados Colosos o Colossi a los que debemos aniquilar para de esta forma lograr devolver la vida a una joven. Estos Colossi son el alma del juego, y los únicos enemigos que encontraremos en toda nuestra aventura, pero lejos de ser algo que denote un juego inacabado o vacío, Shadow of the Colossus brilla con mecánicas de juego que mientras avanzamos por los 16 enemigos, van mostrando nuevos y desafiantes retos. Parte fundamental del título es el escalar y comprender los ataques por patrones de estos gigantescos personajes, quien por medio de muy lentos movimientos nos querrán aniquilar o quitarnos de encima, pues como imaginaran para llevar a cabo tan épica hazaña tendremos que descubrir como treparnos hasta encontrar el punto débil de cada uno de ellos.

Otro factor que convirtió en clásico este título es que la animación de nuestro personaje es de forma original, torpe y hasta un tanto imprecisa; no estamos antes un héroe experto y lleno de poder, estamos ante un muchacho que se las tiene que ingeniar para acabar con esta peligrosa misión. Es así que vemos como mientras escala, corre, o usa su espada, sus pasos y sus movimientos reflejan el peso del arma, y la fuerza necesaria para acabar con tan formidables enemigos. Dicho esto Wander posee una barra de energía que se va terminando mientras nos agarramos del pelaje de los colosos, tarea aún más difícil cuando vemos que estos se sacuden con fuerza para arrojarnos prácticamente al vacío. Por suerte cada uno de ellos tendrán caminos en los que podremos descansar por un par de segundos, mientras vamos descifrando cuál será nuestro siguiente paso hasta llegar a ése punto débil, al cual ya alcanzado, tendremos que atacar con nuestra espada.

Se podría decir que cada coloso es un mundo diferente; estas criaturas enigmáticas y míticas tan grandes que ni siquiera caben en pantalla, emiten la grandeza del juego, con un arte visual y diseños asombrosos que en compañía de la banda sonora por Kow Otani, la cual sólo toca en los momentos de lucha, nos entregan algo digno de verse y escucharse. Lo genial acerca de Shadow of the Colossus es que aún si fuera un juego moderno, que hubiera salido por vez primera el día de hoy, mantendría la misma esencia. Signo de que estamos ante una obra se podría decir perfecta.

ASOMBROSOS VISUALES LISTOS PARA FOTOGRAFIAR

El trabajo por Bluepoint es sin duda destacable en cada segundo de la entrega, la reconstrucción que sigue el respeto por el original es ideal para la consola de Sony, y nos entrega fantásticos horizontes impregnados de una soledad absoluta, en la que debemos cabalgar con Agro nuestro caballo, y buscar cada coloso al ayudarnos con el brillo que resplandece en nuestra espada al levantarla al sol. Es así que siguiendo el rayo de luz, encontraremos el camino.

Las texturas en Shadow of the Colossus están llenas de detalle, pero más allá de eso esta el uso de una iluminación dinámica que pinta la pantalla con diferentes tonalidades; la bruma, la neblina y otros efectos como el polvo son parte crucial de toda la escenografía del juego, son piezas sumamente importantes que marcan el dramatismo, la belleza y la soledad de los paisajes, así como los momentos en que despertamos y nos encontramos luchando contra cada coloso. Aquí cabe destacar y decir nuevamente que la banda sonora sólo toca piezas musicales cuando estamos en batalla, cuando nos encontramos viajando lo único que escuchamos es el viento y las pisadas de Agro.

Por otra parte tenemos un imprescindible modo fotográfico que al activar oprimiendo la cruz hacia abajo, nos deja experimentar entre varios filtros y efectos de color, así como los acostumbrados movimientos de cámara. Pero quizá lo mejor de este nuevo apartado es que también y en tiempo real podemos cambiar el estilo visual del título, pudiendo pasar la aventura en blanco y negro, sepia y otros efectos, incluyendo manchas y ruido en pantalla. Estos detalles hacen la experiencia más cinemática aunque el juego ya de por sí sólo es sumamente bello.

INVITANDO A NUEVOS JUGADORES

No hace falta decir que los fans de Ico y The Last Guardian no dudarán en jugar esta nueva versión de Shadow of the Colossus (se podría decir la versión definitiva), así que sólo resta esperar que un nuevo público se aventure a esta épica historia, dicho esto cabe destacar que el sistema de controles además de presentar el original, tiene uno diseñado para dar más facilidad, aunque manteniendo todos los detalles que hacen un clásico al pasado; en pocas palabras es más sencillo, pero aún sentiremos el efecto de peso de nuestro personaje, así como su estilo de movimientos.

¿Tengo alguna queja? Finalmente sólo me resta decir que la cámara podría ser mejor, ya que hay varios momentos en los que dejamos de ver a nuestro personaje gracias a ángulos torpes o mal enfocados, por fortuna esto lo podemos corregir con los análogos del control. En general es un detalle que no arruina el juego, pero que en más de una ocasión saltará a la vista. Fuera de eso, Shadow of the Colossus es un digno remasterizado, un trabajo muy bien logrado al que sin duda deben darle una oportunidad.

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