Titanes del Pacífico: La Insurrección | Crítica

Los Jaeger vuelven a la carga de forma estruendosa para seguir combatiendo con los monstruos gigantes llamados Kaiju, una secuela bajo la dirección de Steven S. DeKinght, guionista, productor y director que trabajó en series como Spartacus, y Daredevil (Netflix) entre otras, que contando con un nuevo elenco encabezado por John Boyega, Scott Eastwood y Cailee Spaeny, se busca mantener el espíritu de la original por Guillermo del Toro, al mismo tiempo que busca nuevas formas de visionar este universo de ciencia ficción y destrucción masiva.

EL MUNDO EN CALMA

Titanes del Pacífico: La Insurrección “Pacific Rim Uprising” en su idioma original, se desarrolla diez años luego de la primera cinta, presentando un nuevo mundo al parecer en calma y reconstrucción, en dónde los Kaiju han quedado como simples pesadillas del pasado, dejando como único recuerdo sus gigantescos esqueletos regados por algunas ciudades y las costas.

La historia en esta ocasión nos presenta a Jake (John Boyega), hijo del general Stacker Pentecost (Idris Elba) quien diera su vida en la anterior película para salvar al mundo; Jake es un hombre que se dedica al contrabando de piezas de Jaeger y que ha vivido en la sombra de su padre, para él la vida se mantiene sencilla, a su forma de ver las cosas. También conoceremos a Amara, interpretada por Cailee Spaeny, una joven con una trágica historia, y que se las ha tenido que arreglar para sobrevivir en este nuevo mundo de contrabando. Juntos y por azares del destino se verán en una lucha decisiva que podría poner a la humanidad al borde de la destrucción.

Sin tratar de contar spoilers, y por lo que todos han podido ver en los avances, Jake y Amara se unirán a otros soldados como Lambert (Scott Eastwood), para intentar librar una última batalla contra una nueva amenaza Kaiju, en donde tienen todas las cartas en contra, dejando como única opción una épica pelea en la que deben arriesgarlo todo. Mostrando en el camino, un nivel de destrucción pocas veces visto en la pantalla grande, al menos hablando de robots gigantes vs monstruos de otra dimensión.

HABLANDO EN CLARO ¿FUNCIONA LA SECUELA?

De la pasada cinta hubo quienes se quejaron de no ver más épicas peleas y menos historia, otros deseaban más desarrollo de personaje, pero lo que en todos concordaban, fue que Titanes del Pacífico (2013) fue sin duda un espectáculo visual, que gracias a Guillermo del Toro, nos presentó estos enormes Jaeger construidos específicamente para luchar contra los monstruos Kaiju, monstruos de acero contra monstruos de otra dimensión con fantásticas escenas de pelea en medio de tormentas en la noche, entre ciudades y luces de neón que plasmaban el peso físico y poder tanto de las criaturas, como de los robots controlados por dos pilotos.

Ahora, en Titanes del Pacífico: La Insurrección la cosa cambia, para comenzar los Jaeger tienen un diseño más delgado, y son más rápidos y ágiles, lo que se traduce en secuencias de acción diferentes; por su parte los Kaiju son igual de enormes y espectaculares, y en la cinta les espera una sorpresa bastante agradable, así que las batallas siguen dando para mucho, y son espectaculares. Otra de las diferencias es que aquí toman lugar casi a plena luz del día.

Quienes regresan también son Rinko Kikuchi como Mako Mori (la protegida de Pentecost), Charlie Day como el Dr. Newt y Burn Gorman como su compañero el Dr. Hermann Gottlieb, aunque el peso de la trama reside en los tres protagonistas ya mencionados. A ellos se les suman otros personajes en su mayoría jóvenes cadetes, así que la cinta tira un poco al estilo juvenil de El juego de Ender, pero en ningún momento esto es chocante, ridículo o está sobrecargado de chistes innecesarios, simplemente a mi parecer, la trama está conformada por este elenco para seguir en la inminente, o inminentes secuelas.

Quizá una de las malas noticias es que Titanes del Pacífico: La Insurrección intenta despegarse de la original al presentar nuevas ideas, algunas bastante buenas por cierto, pero que tristemente no se alcanzan a desarrollar bien, dejando un sentimiento de “oportunidad desperdiciada” que espero, se retomen en la obvia tercera parte. Otros de los aspectos negativos es el alto grado de espectacularidad de la cinta, lo cual normalmente no es negativo, pero aquí sí, pues la película desde su comienzo va de más a más, en una subida constante de adrenalina y caos, con algunos momentos de “desarrollo de personajes” pero nunca llega a un clímax para luego entrar en el desenlace. Es decir, sí que hay una batalla final muy sorprendente, pero aún así al final nos queda a deber. Como si Titanes del Pacífico: La Insurrección nos dejara el deseo de haber visto un poco más.

Aún así la cinta cumple como secuela, con una puesta en escena que se enfoca más en las batallas, que en el propio desarrollo de sus personajes, contando como es de esperar con alguno que otro cliché en el camino. Vamos, si lo que desean es ver peleas de robots contra monstruos gigantes y mucha acción no saldrán defraudados de la sala. Pero si con ganas de haber visto un final no tan sencillo… por decirlo de una forma.

PARA LOS FANS

Titanes del Pacífico: La Insurrección también guarda alguno que otro elemento visto en animes, con cabinas que se deslizan dentro de los robots para llevar al piloto a una zona de armas, con robots lanzando misiles o rayos láser, con monstruos atravesando edificios como si estos fueran de papel y más; si son fanáticos de la ciencia ficción y este tipo de cine o de personajes seguramente les agradará esta cinta. Por su parte los fans de la original por Guillermo del Toro quizá no amen tanto esta secuela, gracias al cambio de estilo en las secuencias de acción, pues aquí, aunque se puede apreciar que los Jaeger son muy pesados, sin duda en la original tenían otra perspectiva en sus movimientos, y combates.

Lo que es seguro, Titanes del Pacífico: La Insurrección es de esas películas hechas para la pantalla grande.

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