La secuela directa de Aristeia Rising parece prometer el mismo nivel de calidad tanto gráfico como narrativo.

Luego de una explosiva guerra en el planeta Venus, viene el comienzo de la resistencia por sobrevivir y los preparativos a un inminente ataque mucho más devastador por parte de los agresores.

La historia (por Nick Sagan y Clinnette Minnis) en esta ocasión es de un tono más personal y subraya las relaciones de los personajes (sobre todo los aparecidos en Aristeia Rising), hablan un poco sobre lo que han ganado y perdido en la guerra mientras se preparan para un ataque que bien podría matarlos a todos.

Es un primer número bastante extenso que básicamente sirve para mostrar como ha quedado la resistencia y uno que narrativamente intenta seguir con la misma línea épica que se había logrado con el pasado TP, lamentablemente tanto es así que sin duda los únicos que le podrían tomar sentido a la historia (refiriéndome a eventos de los que se hablan, personajes etc) son aquellos quienes ya conocen esta serie publicada por Radical, o en pocas palabras, si quieres comprender o valorar de lo que se habla en Hubris, primero debes leer Aristeia Rising.

El arte por Concept Art House es bueno, pero en lo personal creo que no llega a igualar (y mucho menos sobrepasar) las ilustraciones fantásticamente logradas en la primera parte de esta historia. En este punto no sé si decir que quizá fue porque no hay ningún momento espectacular que llame la atención al lector, o si se debe a la monotonía en la que los personajes se mueven dentro de una historia que habla de sentimientos, decisiones políticas y planes de una guerra que seguramente comenzará en el siguiente número.

Concluyendo y tal como dije antes, Shrapnel: Hubris empieza prometiendo calidad gráfica y narrativa y plantando los cimientos básicamente del siguiente número. Digamos que un prólogo de cincuenta y tantas páginas que empieza con calma como si en lugar de contar con dos futuros números contará con más de cuatro, lo cual de pronto hace pensar si de repente todo terminará o se le dedicará el mismo ritmo.