Jason Statham (antes The Transporter) protagoniza junto a Ben Foster este remake de 1972 de mismo nombre.

Nombrada también como el “Especialista” The Mechanic trata de un asesino a sueldo que trabaja de forma perfecta y por lo cual es encomendado a matar a se podría decir, su único amigo. Un contrato que no puede rehusar de ninguna forma y que más tarde le acarreará un gran problema.

Más de uno reconocerá a Statham como el Transportador y desde luego pensará “vaya, ahora es un mecánico” pensando que se trata de lo mismo pero con diferente nombre; bueno, se podría decir que aquel estilo de personaje reservado, serio y mortal se mantiene con vida en esta historia, sin embargo a mi parecer esto es lo único que sigue en común con las antiguas cintas de dicho actor; en esta ocasión somos testigos de alguien aún más solitario y oscuro, un ser humano que vive fríamente y sin complicarse la vida. Claro, hasta que le ordenan matar a un viejo amigo.

Personificado por el actor Donald Sutherland, Harry McKenna es acusado de vender a varios espías en el extranjero, provocando de esta forma que se le considere traidor y llevándole a la muerte a manos de su amigo Arthur Bishop (Jason Statham), quien irónicamente más tarde es contratado por Steve McKenna (Ben Foster) para descubrir al asesino de su padre.

Las cosas se complican aún más cuando notamos que Steve es una persona inestable que busca la sangre, la venganza y el ser entrenado por Bishop para llevar a cabo esta tarea, algo que en primeros momentos logra una amistad entre ambos personajes pero que pronto se transformará en desconfianza y más tarde en una persecución de acusaciones y finalmente la muerte.

A pesar de sonar todo esto a puro “drama” la cinta se respalda en la acción casi continua de principio a fin, en este caso, para quienes están acostumbrados a la trilogía del Transportador, verán aquí el mismo terreno en cuanto a la dinámica de la narrativa para mantener al público entretenido.

En lo personal The Mechanic no es una mala película y ciertamente es variada en sus escenas de acción (tiroteos, peleas cuerpo a cuerpo, persecuciones etc), la historia no guarda ningún misterio y el drama de los personajes es perceptible solo por algún que otro instante, en general no es una cinta que intente asombrar o cambiar la forma de ver cine, si no una que simplemente busca entretener y en el caso de Statham… mostrar algo “un poco” mas “diferente” a lo visto en The Transporter.