Una de las historias que forman parte de Las mil y una noches se traslada al cómic para ofrecer una versión un tanto más oscura.

Ala ad-Din mejor conocido como Aladdin, es un joven huérfano criado por prostitutas en las calles de Shambhalla. Se ha convertido con el paso de los años en alguien apostador, ladrón, mentiroso y tramposo, claramente solo algunos de los atributos que se le podrían otorgar. Y sin saber ni temer, sus pasos le llevaran a encontrar una de las más grandes posesiones.

El hechicero Lord Qassim a buscado por tiempo a una misteriosa mujer, para su sorpresa, más tarde se entera de que ella ha muerto tiempo atrás, dejando solamente en este mundo a un pequeño con el nombre de Aladdin, pero ¿qué tiene este de especial? Lord Qassim se apresura a encontrar a este joven quien con el paso de los años se ha transformado en alguien de quien pocos podrían confiar, sus mañas y astucia le preceden en las ajetreadas calles donde algunos le buscan y otros pocos le intentan proteger de su forma de vida que una tarde cualquiera le llevara al principio de su más grande aventura, una que a su vez, le podría hacer perder todo.

Radical publica la primera entrega de tres; una historia por Ian Edginton (Days Missing, Victorian Undead) que cuenta acerca del peligro que acarrea la desmedida avaricia de poder. Una que por tres simples deseos, llevarán a los personajes a descubrirse, y encontrar aquello que realmente quieren, con el riesgo de antes ser destruidos o consumidos. Una historia clásica que en esta ocasión es enmarcada con matices dramáticos donde las ilustraciones (en este primer número) de Patrick Reilly (artista de portada en City of Dust y Freedom Formula) enseñan en cada página un buen arte ya común en los comics de Radical Publishing.

Aladdin: Legacy of the lost, no defrauda en ningún momento, aún conociendo elementos como los del “genio de la lámpara y los tres deseos” se mantiene fresco, siempre llevando al lector de un lugar a otro para ver el comienzo de una aventura, criaturas feroces y situaciones donde sumando la ilustración, muestran de buena manera “segundos” inmortales como son el descubrimiento de la lámpara o la aparición del genio. Detalles que logran realzar la historia recordando porque a pesar de los años, esta sigue y seguirá fascinando al público.